“Es una relación de amor la que existe entre Chile y nuestros connacionales en el exterior, no solo porque es bidireccional, sino también porque es entrañable, permanente e inmarcesible”, afirma el Consejero Abraham Quezada Vergara, quien, tras 24 años de trayectoria diplomática, asumió el 6 de junio recién pasado como nuevo Director para la Comunidad de Chilenos en el Exterior (DICOEX).
Está motivado porque se avecinan grandes desafíos, como el Segundo Registro de Chilenos en el Exterior, Cabildos Ciudadanos Territoriales, Gobiernos en Terreno, la implementación del Voto Chileno en el Exterior, entre otras iniciativas.
Quezada es Profesor de Historia y Geografía, Magister y Doctor en Relaciones Internacionales. Ha publicado varios libros y artículos tanto en medios nacionales como extranjeros. Su libro “Pedro Aguirre Cerda o la trayectoria de un ideal educativo”, obtuvo el primer lugar a nivel nacional en 1990 en un certamen organizado por la Universidad de Chile. Se destaca por el estudio y difusión de la vida y obra del Premio Nobel de literatura Pablo Neruda.
Gracias a su experiencia como diplomático en Corea del Sur, Kenya, Estados Unidos y Ecuador, se siente preparado para brindar un servicio cercano a la comunidad chilena en el mundo y seguir fortaleciendo el vínculo con quienes han hecho patria fuera de nuestro país.
¿Qué significa para usted asumir este cargo?
Me siento inmensamente feliz, contento y orgulloso, porque sin duda es una gran oportunidad la de seguir realizando cosas concretas y beneficiosas para nuestros compatriotas en el exterior. Me emociona saber que mi trabajo y el de todos quienes forman parte del equipo de DICOEX, y por extensión ciertamente a toda nuestra Cancillería, ayuda y favorece a quienes, por distintas razones, viven en el extranjero. Estamos a su servicio. Queremos fortalecer ese nexo, de ellos hacia nosotros y de nosotros hacia ellos, porque tenemos una gran responsabilidad basada en el cariño entrañable que nos convoca: que es nuestro país y su gente.
¿Cuáles son sus expectativas?
Acercarnos mucho más. Estar presentes en su cotidiano, en sus vidas, seguir siendo el nexo con ese país que hace palpitar sus corazones y que nos une fraternalmente. Queremos aportar, facilitar y vincular a nuestras comunidades y saber que también contamos con ellos cuando el país ha enfrentado catástrofes naturales y otros desastres.
Hoy tenemos la suerte de contar con medios digitales, lo que nos permite ofrecer una comunicación instantánea, por ejemplo, a través de nuestro Fanpage de Facebook y Twitter @dicoex.
Estamos literalmente en línea, en tiempo real, lo que nos facilita conocer, por ejemplo, sus necesidades y urgencias, así como “el tamaño de su nostalgia”. Como lo establece el programa de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, nos interesa mantener ese vínculo y para eso estamos desarrollando una serie de actividades e invitándolos a participar, razón por la cual esperamos que todos se sumen.
¿Cómo le gustaría que fuera su relación con los compatriotas?
De la mejor manera, es decir, directa, franca y cercana. En este tiempo he recibido a diversos
compatriotas residentes en el exterior. Con ellos hemos conversado sobre su vida y los proyectos que tienen las agrupaciones o colectividades a las cuales pertenecen, sobre sus planes y la relación de los chilenos. Esperamos que esa sea la tónica, de mucho diálogo, participación y encuentros con todos ellos aquí y fuera del territorio nacional.
Como he vivido largos períodos en el extranjero, sé lo que se siente estar lejos de casa. Y debo confesarles, que, a veces, se me ha hecho insoportable, pero cuando me he encontrado o compartido con connacionales, la alegría retorna rápidamente. Cuando estaba destinado en Corea del Sur, por ejemplo, pasaron más de cuatro años en los que no viajé a Chile y un día al puerto de Pusán llegó el buque Escuela Esmeralda. Ver nuestra bandera flameando en él me llenó de emoción. Así nos damos cuenta que se trata de un vínculo permanente, que siempre nos acompaña. No lo puedes negar, ni olvidar.
Ha escrito muchos libros sobre Neruda. ¿De dónde surge ese interés?
Es un viejo amor. Mi hijo mayor tiene 27 años y no se llama Pablo por casualidad. Estoy casado con la diplomacia, pero mi amante secreta es la literatura nerudiana. He escrito varios libros, muchos artículos y gracias a ese quehacer he logrado un espacio y reconocimiento en esas materias, tanto en Chile como en otras partes.
Me gusta el Neruda civil, ese sujeto provinciano, estudiante pobre, que a punta de esfuerzo y claridad en su quehacer, y luego de un largo viaje, logra alcanzar la cima, el Premio Nobel. Me interesa profundizar y difundir en ese tránsito y experiencia. Neruda, como Gabriela Mistral y otros, fue parte de una clase media baja, que fue formado por una educación estatal, gratuita y laica, pero de calidad, que le permitió llegar hasta el más alto en el plano internacional desde el punto de vista literario.
En mi caso, por mi condición de funcionario del Servicio Exterior, y lo digo con algo de nostalgia, estudiar a Neruda me hace retornar a Chile. Es, en parte, un reflejo de mi lucha contra el desarraigo. Es un instrumento creo válido para regresar permanentemente a mi país.
Existen varias asociaciones de chilenos en el mundo que llevan por nombre Pablo Neruda
Sí, hay muchas entidades chilenas, clubes, asociaciones que llevan el nombre del poeta, y creo existe una visión un poco estereotipada de su vida y quehacer. Neruda fue un hombre común, “un hombre como todos”, dice en un poema, pero que asumió su deber y compromisos y, por sobre todas las cosas, amó profundamente a su país. Carlos León, escritor de Valparaíso, dice con cierta gracia que Neruda ha hecho más por la imagen de Chile afuera que todas las Embajadas juntas. Neruda junto con Gabriela Mistral y muchos otros, han sido “verdaderos embajadores de la chilenidad a escala universal”. Y eso es lo que hacen también nuestras asociaciones, seguir transmitiendo nuestra identidad y cultura.
Le ha tocado vivir en distintos países. ¿Qué es lo que más extraña cuando está fuera de Chile?
La gente, la familia, los países y lugares. Cuando llueve en otros países donde he vivido, por ejemplo, me dan repentinas ganas de comer sopaipillas y no las encuentro, o no hay chancaca en la forma que acá la conocemos. Pura nostalgia no más.
¿Comida que más extraña?
Cazuelas y los productos del mar especialmente.
¿Canción que lo conecta con Chile?
“Búscame”, del grupo español Mocedades. Creo que refleja, en parte, lo que siento cuando estoy lejos de la patria.
¿Lugar de Chile que más te gusta?
Me gusta todo Chile, Neruda decía “adoro hasta las raíces de mi pequeño país frío”. En mi caso, y por ser antofagastino de tomo y lomo, me gusta mucho La Portada de Antofagasta.
¿Mensaje a los chilenos?
Chile lo hacemos todos y puede ser una frase cursi y cliché, pero sin la participación de todos, será imposible seguir avanzando en las múltiples tareas y desafíos que estamos abordando para vincular y beneficiar a nuestros compatriotas, como el Segundo Registro de Chilenos en el Exterior, que comienza muy pronto, a comienzos de julio próximo, y luego vendrán todas las actividades vinculadas al Voto Chileno en el Exterior para que nuestros compatriotas participen en las elecciones presidenciales de 2017. A todos los necesitamos. Chile somos todos, en nuestro lema y motivación central.