Algunas señales de alerta incluyen:
- Cambios de comportamiento de la persona agredida: aislamiento social, cambios en los hábitos alimenticios o de sueño, miedo, ansiedad, cambios en la forma de vestir, en la forma de expresarse, etc.
- Lesiones físicas inexplicables: moretones, heridas.
- Cambios en la dinámica de la relación: control, celos, humillaciones.